Emilia Perez el nuevo villano de la temporada d premios
Emilia Pérez es una de esas películas que no pasan desapercibidas. Desde su estreno, despertó opiniones encontradas: mientras que en Estados Unidos la aplauden como una obra innovadora y atrevida, en América Latina muchos no dudaron en tildarla de superficial y desconectada de la realidad. Este contraste entre audiencias plantea una pregunta interesante: ¿por qué algo que a los yanquis les resulta fascinante a nosotros nos incomoda tanto? Un producto diseñado para gustar "afuera" La película, se presenta como una mezcla extravagante de comedia, musical y drama, con una estética que parece salida de un escenario de Broadway. En el público estadounidense, esto es un golazo: les encanta la idea de lo “exótico” y celebran cualquier propuesta que les venda diversidad y originalidad, aunque sea con un toque caricaturesco. Los temas centrales de Emilia Pérez —la identidad, la transformación personal y la aceptación— están en línea con las narrativas progresistas que dominan Hollywood en estos tiempos. Y claro, sumale números musicales coloridos, un protagonista carismático y un humor que no se toma demasiado en serio: la fórmula para enamorar a los yanquis está servida. En América Latina, sin embargo, la recepción fue muy distinta. Para muchos, la película parece hecha desde una visión externa que no entiende ni respeta las complejidades de nuestra cultura. Los personajes y situaciones están tan llenos de clichés que se sienten como una caricatura: el narco con sombrero, los colores saturados para "representar" lo latino, y un guion que, para algunos, prioriza el show sobre la profundidad. Además, el humor y las situaciones absurdas que en Estados Unidos son vistos como geniales, acá generan rechazo. Quizás porque, al tratar temas que tocan fibras sensibles, como la identidad de género o la desigualdad, la falta de profundidad se percibe como un intento superficial de sumar puntos en términos de corrección política. Esta diferencia en cómo se recibe Emilia Pérez nos invita
@Sehablacinefilo: Qué interesante debate. En realidad yo la vi y me encantó como una historia que es sumamente conocida y que ha sido contada múltiples veces, puede volver a tomar vida. Ciertamente en el mundo hay ciertos temas que hacen que las personas se conviertan en fanáticos y uno de ellos es la religión, sin duda. Creo que el sentido de la serie es atraer a esos que se alejan del fanatismo y sólo quieres disfrutar de una de las historias más increíbles de la humanidad. La serie es hermosa desde el capítulo 1 y te sientes identificado con los personajes, su sufrimiento, sus dudas, sus tribulaciones. Para mi es un gran acierto del director sobretodo con el casting para la representación de Jesus.