Wicked (2024): El arte de entretener sin complicarse.
Si te pregunto si viste El mago de Oz (Victor Fleming, 1939), probablemente me digas que sí. O al menos eso creés. Capaz te acordás de Dorothy, de Toto, de los zapatitos rojos... Pero si te pregunto qué pasa después de que cantan "Over the Rainbow", te quedás en blanco. La realidad es que la mayoría no la vio, o no completa, al menos no los espectadores más nóveles. Pero eso no importa. Oz no es una película: es casi un fragmento del inconsciente colectivo. Una tormenta, un camino amarillo, una
marisoledad: No. Según recuerdo, la versión de Broadway de Wicked es una historia bastante independiente, además es una precuela, así que no deberías haber problema. Aunque tal vez la disfrutes más si ves El Mago de Oz antes.