El corazón de Elphaba
Lo único bueno de haber sufrido toda la vida es que te hace particularmente consciente de los buenos momentos, al ser tan extraordinarios. Eso es lo que piensa Elphaba sobre su vida. Está sobrevolando las periferias de la Ciudad Esmeralda, lejos de lo que ha conocido siempre, de Shiz, de su padre, de su hermana. Y también de Galinda y de la promesa de una existencia que nunca iba a ser suya. Pero hay algo en la mezcla de colores que se arremolinan en el atardecer. Rosas, naranjas y carmesís, con