A 28 años del estreno de 'Heat', el thriller policial que mezcla a la perfección realismo y estilo

POR JERÓNIMO CASCO

15 de DICIEMBRE del 2023, 14.10 PM | UTC-GMT -3

A 28 años del estreno de 'Heat', el thriller policial que mezcla a la perfección realismo y estilo

"No tengo suficiente tiempo." Esta es una frase que se oye en varias ocasiones en Heat, la obra maestra neo-noir de Michael Mann estrenada un día como hoy hace 28 años. Tanto los dos protagonistas, Vincent Hanna como Neil McCauley, viven atrapados en una realidad de la que desean escapar, a pesar de ser uno el mejor policía de todos y el otro el mejor ladrón de todos. Disfrutan de sus roles, pero hay algo que se les está escapando: ellos quieren vivir una vida normal.

Pero a esta supuesta tranquila normalidad que anhelan también la cuestionan. Entonces nos preguntamos, ¿qué es lo que realmente quieren? Para responder esta pregunta es necesario entender cuál es una de las mayores virtudes de este thriller policial, y es que Heat es una de las películas que mejor mezcla realismo con estilo, creando una metáfora que al final les explicaré.

Dicho por su director:

“Siempre trato de encontrar algo que haga que una escena se sienta real, y lo que hace que las cosas se sientan verdaderas para mí suele ser algo anómalo, un componente que nunca esperarías encontrar, por lo que no se ve arreglado o perfecto. Puede ser un lugar, un gesto, una expresión, un pensamiento en la cabeza de alguien: si miras la vida, es así.”

Filmada casi enteramente con lentes teleobjetivo, la película nos da la sensación de que estamos en todo momento observando a los personajes. Esto no sólo mantiene una distancia, sino que también separa a los personajes del fondo dando la sensación de “luz liquida” que convierte a la nocturna ciudad de Los Angeles en el escenario ideal para una historia noir.

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A pesar de ese tono de cine negro lleno de estilo, el director se las ingenió para inyectarle la mayor cantidad de realismo posible a la película. El hecho de que esté filmada en lugares reales y no en sets de filmación nos provoca instantáneamente un aire más crudo y hostil. Aparte está inspirada en la historia real de un detective amigo de Mann que estaba obsesionado con atrapar a un asesino y ladrón llamado Neil McCauley (tal como el personaje de De Niro).

La devoción del director por el estilo se puede ver en muchos aspectos: desde su pasión por el arte pictórico como también en los detalles de la dirección de arte de Heat. Mann se considera un director apasionado por el drama, le agrega la tensión suficiente y lo combina con elementos realistas que nos transportan: es en esta película donde definió una nueva era del policial.

Más allá de toda estilización, la película se siente a su vez real. Los diálogos, la dinámica y rutina policíaca con su crudeza se sienten parte de un mundo que no entendemos pero en el que nos sumergimos. Hay dos escenas de acción que están magistralmente orquestadas (la de la intercepción al camión de caudales y la del robo al banco), y esto es gracias a la estrategia de la secuencia, el impacto que genera y por que ambas son coreografiadas de una manera que nos hacen pensar que algo así realmente puede llegar a suceder.

Heat en el fondo nos habla de los riesgos, de las decisiones es una crítica a la sociedad postmodernista que prefiera lo sustancioso por el valor de la vida en si. Nos habla del vacío y de su propia capacidad indiscutible de reclamar un relleno. A través de estos mensajes semiocultos es donde Mann hace énfasis en el realismo por parte de sus personajes, y el estilo que justamente “rellena” sus vidas y a la historia misma.

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