Mi Ángel Caído. CAPÍTULO II
Pasaron los años y a pesar de vivir en semejante hipocresía, no me sentía incómodo con ello, lo hacíamos de vez en cuando, pero nada más, luego de esos eventos todo continuaba como siempre, nunca pensé en marcharme como mis hermanos, claro que tenía que soportar una cena con mis padres más los amantes de ambos, pero era algo soportable y los cuatro hacíamos lo mismo, todos nos ignoramos entre todos, siempre que terminaba la comida o la cena podía hacer lo que quisiera, por lo general me iba a mi