Adolescencia y la intensidad prefabricada
Llegó Adolescencia —la nueva serie de Jack Thorne y Stephen Graham— con toda una maquinaria de guerra marketinera: una artillería de adjetivos que te dice no solo qué vas a ver, sino cómo vas a sentirlo. "Intensa", "imposible de olvidar", "perturbadora". Un guion emocional predigerido, listo para ser consumido incluso antes de que escuches el Tu tun de Netflix. Pero ver la serie es otra cosa. Es bien hecha, sí. Tiene momentos sólidos —el tercer capítulo es impecable— pero nunca muerde como prome