El mito del final feliz. Entre la satisfacción y la secuela
En el cine y la narrativa en general, el conflicto es el motor que impulsa la historia. Sin conflicto, no hay trama, no hay desarrollo y, en definitiva, no hay historia. Desde los clásicos dramas hasta las comedias románticas, todo relato necesita de un obstáculo a superar, un dilema a resolver o una lucha a librar. Sin embargo, en el cine comercial, muchas veces estas historias culminan en un "final feliz", una resolución que busca dejar al espectador con una sensación de plenitud y satisfacció
Tadeo Pastoriza: Toda la razón. Prefiero mil veces una película que me deje pensando por un buen rato, como Mulholland Drive o La La Land, antes que un final feliz y perfecto que, muchas veces, no refleja la realidad. Hermosa nota.