¿Y si Silco no moría?
— ¡Espera! Es mi hermana… Aquella frase provocó una punzada de molestia en Jinx. Después de tantos años de haberla abandonado, después de haberla reemplazado por una desconocida de Piltover; aún luego de todo eso, ¿ella todavía se atrevía a decir que era su hermana? “Qué hipócrita de su parte”, pensó, manteniendo la vista en Caitlyn. — Vi, ya la perdiste. “¿Ella qué sabe de perdidas?” Aquel pensamiento solo alimentó la molestia de Jinx, casi al punto de nublar su -cuestionable- consciencia y ata