Esto es Balenciaga, la primera producción original de Disney + España

La triada de directores vascos Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga, fundadores de la productora Moriarti, se inician en el terreno de las series con Balenciaga, una coproducción con la plataforma de contenidos Disney+ sobre la vida del diseñador Cristobal Balenciaga en su llegada a París. Su trabajo en conjunto, contando con Lourdes Iglesias para el guión, vuelve a generar un proyecto sinigual, una superproducción que llega después de haber realizado películas como Loreak, Handia (10 premios Goya) y La trinchera infinita (2 premios Goya). Ahora, los tres directores trabajan en su nuevo largometraje, Marco, un drama sobre la historia de Enric Marco, sindicalista español que falseó su internación en los campos de concentración nazis de la Segunda Guerra Mundial.

Balenciaga acaba de ser estrenada, el 19 de enero para ser más específicos, y ya está disponible para todos aquellos con una suscripción en Disney+.

Dicen en una entrevista que ellos se definen como outsiders, haciendo referencia a su trabajo continuo dentro del País Vasco: «lo decimos porque lo producimos desde el País Vasco y en ese sentido sigue siendo así. Ahora hemos ido a hacer la película a Andalucía, (sobre La Trinchera Infinita) que es otra periferia. Desconocemos ciertas dinámicas que se pueden dar en Madrid, donde está el grueso de la industria. Trabajamos desde aquí y, si la historia es en otro lugar, nos iremos a otro lugar. Pero a la vez tenemos la sensación, que no estaba con 80 egunean y Loreak, de que ahora mismo la gente nos conoce. Y no hace falta más».

¿Cómo se dirige una película (y una serie) a seis manos?

Habitualmente, tal y como cuentan en diversas entrevistas, los tres directores van rotando. En algunos proyectos solo están dos de ellos, y para el siguiente cambian, y están otros dos. Es una manera de tener una perspectiva común y conjunta en todos ellos. ¿Y que sucede cuando están nominados a alguna categoría? Que están nominados los tres, algo nunca visto en la historia del cine español. «Llevamos trabajando juntos mucho tiempo, así que lo que desde fuera puede parecer extraño, desde dentro tiene toda la lógica del mundo. Hemos ido rotando, todos hemos pasado por puestos distintos» En el caso de La trinchera infinita, película protagonizada por Antonio de la torre y Belén Cuesta, una producción sobre los topos en la Guerra Civil española, fue la primera vez que los tres trabajaron a la vez. «Decidimos trabajar así porque, aunque los tres estábamos en la fase de preproducción, a partir del guión de Jose Mari y Luiso Berdejo, en el rodaje nos repartimos. Necesitábamos separar el rodaje en dos fases para que Antonio de la Torre engordara 15 kilos, así que tuvimos un impasse de cinco semanas»

Reparto

En Balenciaga, una vez más y debido al origen vasco del diseñador, los directores han contado con actores de diversas nacionalidades, lo que ha conllevado a trabajar el guión en diversos idiomas. El elenco lo encabeza Alberto San Juan, quien ha tenido que hacer frente al multilingüismo tan característico y enriquecedor para la serie. «Estamos muy orgullosos de poder contar con él. Su entrega e implicación en el proyecto es total. Es el protagonista absoluto, presente en casi todas las escenas de la serie e interpretando a un diseñador de moda, lo que implica aprender a coser o a manipular una tela». Ganador de dos Premios Goya por Bajo las estrellas (2008) y por Sentimental (2021), Alberto San Juan toda una vida dedicada a la interpretación, tanto en el teatro como en el cine. En 1997, funda la compañía teatral Animalario y gana el premio Max de teatro alternativo con la obra El fin de los sueños.

Asimismo, el reparto lo completan otras voces relevantes en el panorama audiovisual español: Belén Cuesta en el papel de Fabiola de Mora y Aragón, (quien puede resultar conocida por su papel en La Casa De Papel), Josean Bengoetxea como Nicolás Bizcarrondo (La ermita, Loreak) y Cecilia Solaguren como su mujer, Virgilia Mendizábal.

¿Qué podemos esperar de un primer capítulo?

La trama, compuesta de constantes saltos temporales, comienza situándose en el tiempo más próximo al futuro, principios de la década de los 70. A través de un primer encuentro entre el diseñador y la periodista prudence Glynn, dan comienzo a una serie de entrevistas que a lo largo del tiempo Balenciaga accede a dar. Así, es a través de estas como se organiza la trama, de forma que según narra su propia vivencia a la periodista, el relato se organiza intercalando imágenes de todos estos sucesos. A nivel temporal, por tanto, encontramos ya en este primer capítulo la estructura que se continúa desarrollando en el resto; mediante saltos en el tiempo constantes que abarcan desde la Guerra Civil española hasta los años 70. Así, los primeros acontecimientos en relación a la carrera profesional del diseñador comienzan en el momento de su llegada a París y la apertura de la primera Maison Balenciaga.

Pero la serie abarca además su vida personal, y en gran medida también, todo lo que supuso no solo la Guerra Civil Española sino la Segunda Guerra Mundial. Personalidades como Coco Chanel o Carmel Snow, directora de Harper 's Bazaar, surgen como acompañantes de esta historia, como espectadoras también de los pasos que el diseñador fue dando hasta llegar a lo más alto. Y poco a poco, la trama se va colocando en estos primeros minutos, cada vez adentrándose más en todo lo que también supuso la represión política, la guerra, el espionaje. Balenciaga, quien nunca se posicionó ni de un bando ni de otro y jamás mostró publicamente cuál era su ideología, se enfrentó tanto en la vida real como ahora en la ficción a la represión por su orientación sexual. Así, podemos ver como la serie recoge desde el plano más informativo y profesional hasta los recovecos de una vida complicada en tiempos aún más convulsos: la vida de un diseñador que trató de buscar quién era y quién quería ser sin dejar atrás su sueño de convertirse en el más grande.

Plano técnico, código, tiempos y lenguaje

Las primeras escenas que abren la serie resultan quizás algo explicativas, no únicamente por la parte de guión, sino también por los “rótulos” o los carteles que nos indican en qué ciudad se encuentra el diseñador en ese momento. Se entiende que esa conversación junto a la periodista que va a conducir el desarrollo del primer capítulo debe de situar al espectador, pero considero que resulta, por momentos, demasiado explícita en las idas y venidas del protagonista. Esto hace que, sumado al código en el que están intercaladas las diversas vivencias, el uso de la voz en off, y el código interpretativo, la serie no resulte del todo “realista” y esté más próxima al código tan característico de las películas de Disney, o de la estructura del cuento. Asimismo, cuando hablamos de voz en off, no me refiero a una voz narradora que vaya contando cómo avanza el relato, sino que sucede en diversas escenas, sobre todo en las de la conversación entre Balenciaga y Prudence, la periodista, se desacopla el sonido y continua la entrevista sobre las imágenes de otros sucesos relacionados con lo que están hablando. A fin de cuentas, acaba resultando un recurso de voz en off, que se puede ver por ejemplo en la escena del primer desfile al que acuden Carmel Snow y Coco Chanel. Así que si estáis esperando una serie de tipo The Crown, como yo lo hacía en un principio, no tiene nada que ver con esto.

También hay algo onírico, planos que no corresponden a ninguna escena en concreto pero son introducidas como forma de embellecer la atmósfera creada alrededor de la figura de Balenciaga, como lo son los paseos que hacen las modelos vistiendo las piezas del diseñador por salas vacías. Y si prestamos atención a los rótulos que nos sitúan los saltos de las diferentes ciudades, los tiempos y años, e incluso aquellos en los que aparece la información escrita de las personalidades que acuden a las fiestas, podemos vislumbrar cierto matiz de un código próximo documental. Al fin y al cabo, la serie recoge la vida del diseñador desde un plano también informativo, y la estructura a través de la entrevista es un recurso para organizar el relato que se ve en tantos otros documentales.

Aunque lo cierto es que, a mi parecer, el carácter ficticio se superpone a lo meramente informativo en esta ocasión, y estamos ante un biopic creado alrededor de la vida y obra de Cristobal Balenciaga. El uso de todos estos códigos, la mezcla entre lo que supone hacer algo de ficción y la parte más informativa de su vida, no se analizan como un error, por mucho que estén completamente alejados de lo que antes habíamos visto en otros proyectos de la triada de directores vascos. Es simplemente una elección por parte de la dirección de la serie.

Siempre me parece asombroso la diferencia de tiempos de rodaje destinados a los proyectos audiovisuales, desde películas que se hacen en tiempo récord, como es el caso de Upon Entry, a proyectos que se alargan en el tiempo gracias a una elevada dotación económica notoria. En mi propia experiencia de haber trabajado durante ocho semanas para generar aproximadamente 10 horas de ficción, el tiempo de rodaje destinado a Balenciaga, 18 semanas, es todo un lujo, y así lo reafirma el actor protagonista: «Participar en este proyecto es un lujo: por el personaje, por los guiones, por los directores y por el equipo en general. Es un reto para todos. Como siempre, pero un poco más. Es casi como rodar tres películas en cuatro meses, en varios idiomas y con un paso de tiempo de varias décadas entre el principio y el final. En resumen: ¡una alegría! (…) Inevitablemente, con este personaje establecí un vínculo especial, porque ha sido mucho tiempo, mucha dedicación. Nunca me había visto en un proyecto de tal dimensión y de tal relevancia, tan intenso, a lo largo del tiempo».

Un trabajo lleno de detalles

La alternancia y variedad de los idiomas, debido al multilingüismo del propio diseñador, enriquece la serie de manera significativa. Teniendo en cuenta que estamos ante una ficción con un código no del todo realista a nivel estructural, podría haberse propuesto la omisión de otros idiomas como el euskera (lengua del País Vasco) o el inglés, priorizando la historia y “falseando” esa parte. Sin embargo, y muy probablemente porque la triada de directores que componen la serie son del País Vasco, afortunadamente esto no sucede así, y se hace uso del euskera, el inglés, el francés y el castellano con una alternancia absolutamente natural y orgánica. Esto ayuda a contextualizar de manera más veraz la vivencia del diseñador y su relación con las diferentes culturas una vez que se marcha a París. «El idioma siempre es el que más encaja con el relato», dicen los directores respecto al resto de su producciones, y esto se percibe más que nunca en esta última. No existe una supremacía de una lengua por encima de otra, se entremezclan en su justa medida y en este sentido, el trabajo de San Juan es impecable. Confiesa en una entrevista que antes del proyecto no sabía ni francés ni euskera, por lo que tuvo que aprender cuál era la forma correcta de pronunciar, la dicción, el significado. Además, un detalle que para todos aquellos que no sepan euskera puede resultar insignificante es el hecho de que los personajes no hablan el dialecto unificado (estándar, por decirlo de alguna manera), sino que hacen uso del que hablaba el propio diseñador, algo no habitual en muchas producciones de ficción, en las que se recurre al estándar.

A nivel de vestuario y arte, es notable la cantidad de presupuesto que se ha destinado a ambos departamentos. La diseñadora de vestuario Bina Daigeler, nominada al Oscar por Mulán, y el figurinista Pepo Ruiz Dorado son los encargados de liderar un equipo de más de 100 profesionales. Asimismo, Miren Arzalluz, la directora del museo Galliera de París, ha trabajado mano a mano recogiendo los archivos de la institución que pudieran ser imprescindibles para completar hasta el último detalle.

Los decorados, más de 90 entre España y Francia, pasan por grandes localizaciones como el País Vasco, Navarra, París, Burdeos, Madrid y Toulouse. Y poco hay que decir sobre las salas en las que se dan los desfiles, los talleres, incluso los despachos, todo está cuidado milimétricamente. En este sentido, resulta especialmente abrumadora una de las primeras escenas, la del funeral, en el que hay una cantidad ingente de figurantes, situados en una localización impresionante como lo es esa catedral, y todos y cada uno de ellos vestidos cuidando hasta el más mínimo detalle del traje. No es de extrañar que el trabajo de ambos departamentos cumpla todas las expectativas propuestas, cuando evidentemente se trata de una serie sobre uno de los diseñadores más importantes del mundo. Aún así, lo hace, y las sobrepasa.

¿Cuál es el balance final?

A mi parecer, estamos quizás ante una de las producciones más ambiciosas de estos últimos años, a la altura de La Casa de Papel y otras series de producción española cuyo objetivo es lograr la mayor audiencia posible. Creo que es importante ser conscientes de que se trata de una serie mainstream y comercial, no busca más allá de eso. Con esto no se quiere decir que carezca de calidad o que su contenido sea insulso, todo lo contrario. Balenciaga esconde lujo, trabajo, dedicación, y el cuidado de todos y cada uno de los departamentos, pero no supone nada memorable, lo que para mis ojos, habiendo visto el resto de trabajos de los directores vascos, hace que se quede algo por debajo de la media.

Balenciaga es una serie de entretenimiento, algo compleja si no se presta atención por la alternancia rápida de idiomas. Por tanto, requiere una dedicación, no la podemos poner a la altura de las películas “ultra comerciales” de Netflix que con solo escuchar el audio pareciera que ya sabemos de qué van.

Considero que el trabajo de Aitor Arregi, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga es excelente en todas y cada unas de las producciones que han hecho hasta ahora, empezando por Loreak hasta La trinchera infinita. Todas sus películas están disponibles en diversas plataformas.

Nahia Sillero.