POR JERÓNIMO CASCO
10 DE AGOSTO, 21.00 PM | UTC-GMT -3
LA HERMOSA COTIDIANEIDAD DE ‘CALL ME BY YOUR NAME’
Si bien el director italiano Luca Guadagnino tiene una vasta experiencia de más de 25 años en la industria audiovisual, no fue hasta el año 2017 que su carrera despegó, y tomó relevancia y conocimiento internacional con la premiada obra de culto ‘Call Me By Your Name’, una adaptación de la novela de 2007 escrita por André Aciman, que cuenta la historia del romance entre Elio, un joven judeo-italiano de 17 años y Oliver, un estudiante americano de 24 años que hace una residencia en la casa de la familia de Elio como pasante en una investigación socio arqueológica en el Norte de Italia.
La obra literaria recorre veinte años de esta relación, a diferencia de la película que sólo se enfoca en mostrarnos las seis intensas semanas que Oliver se queda en el lugar con Elio, y su posterior despedida.
Entre los tantos aspectos notables de esta película (las actuaciones, la dirección, la fotografía, el guion, etc.), siempre hay uno que al revisitarla me hace tomarle cada vez más cariño: el retrato de la cotidianeidad y los detalles del día a día que. Irónicamente, esta sensación de que estamos ante una película que nos muestra la vida de estos personajes sin filtro alguno ni correcciones es gracias a la conjunción de los elementos anteriormente mencionados.
‘Call Me By Your Name’ es una cinta con referencias a algunas películas de cineastas como Eric Rohmer, James Ivory o Francois Truffaut. Realizadores que pertenecieron a una tendencia estética y narrativa basada en la naturalidad e improvisación, por eso es de entender que esta historia romántica se incline por tomar esas bases, pero aparte se las apañe para crear una impronta propia.
En el primer acto de la película los detalles son tan sutiles que parecen imperceptibles: la tensión sexual y amorosa entre Elio y Oliver existe desde el principio pero se cocina a fuego lento. Hay tanto de realidad en el proceso que como espectadores no nos podemos concentrar en las miradas, los gestos. La complicidad no sólo entre ellos dos sino también la inteligencia de los padres de Elio por no entrometerse dejan claro que este es un camino que el propio joven debe recorrer. Si se equivoca o no, es un tema suyo.
Desde un masaje espontaneo de Oliver a Elio en un partido de vóley, al hecho de Oliver sorprenderle e ignorarle a Elio en casi toda la mitad de la película, todo lo que sucede entre ellos plantea un ida y vuelta constante en el que los dos se van descubriendo, como si fuera una especie de juego.
Pero no hablamos de una especie de histeriquismo consensuado, ya que Elio tiene que lidiar con su autoconocimiento, de realizarse, de darse cuenta quién realmente es. Su amorío con Marzia, una chica francesa de las cercanías, le plantea dudas e inseguridades que lo frenan (aunque no por mucho tiempo).
Oliver, al contrario, comienza una relación con Chiara, una joven de la edad de Elio pero de la cual se distancia fácilmente y sin herirla. Sus intenciones fueron claras desde el principio, y sabía que con Elio había una conexión especial.
A partir de ese momento ‘Call Me By Your Name’ se enfoca únicamente en ellos dos, como si estuviésemos en un viaje extremadamente intimo de dos seres humanos. Hipnótica y sensual, la película mezcla desde el inicio de esta relación realismo y poesía visual con una envidiable representación de lo que significa estar enamorados. Los miedos de Elio, los pensamientos de Oliver sobre un futuro que todavía no llego pero que aún le aterran, una inminente despedida, un último beso…
Si, la película está disponible en Netflix
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