Castillo de naipes (1990)

Francis Urquhart es el látigo principal del Partido Conservador. Cuando Margaret Thatcher renuncia como líder, se mantiene neutral y, después de una elección general en la que los conservadores son devueltos con una mayoría reducida, espera que el nuevo primer ministro, Henry Collingridge, le otorgue su justa recompensa: un alto cargo en el gabinete. Cuando se le informa que permanecerá en su posición actual, diseña un plan para derrocar a Collingridge y garantizar su propia elección como líder del partido que lo convertiría en primer ministro.