Mundo perdido (2001)

El profesor Challenger revela la existencia de una meseta remota en la selva amazónica donde los dinosaurios han sobrevivido. Regresa allí liderando una expedición. No solo se encuentran y confrontan dinosaurios, sino también monos altamente evolucionados, indios amazónicos que piensan que Challenger es un dios y, en el camino, la atractiva sobrina huérfana de un misionero solitario. La teología interviene en este ejercicio para reivindicar a Darwin y el misionero intenta sabotear la misión dos veces. Después de mucha emoción, el amor se encuentra en lugares inesperados y, al enfrentarse a la civilización, representada por la Royal Society de Londres, Challenger cambia su historia.