Furîtâ, ie wo kau (2010)

Take Seiji deja su trabajo después de tres meses. Sin sueños, sin ahorros y con una mala relación con su familia, se convierte en un hikikomori. Sin embargo, después de que su madre enferma de depresión, él termina aceptando un trabajo de medio tiempo en un sitio de construcción. Por eso, pronto decide trabajar para reconstruir su vida: "Aunque solo soy un freeter, voy a comprar una casa por el bien de mi familia". Una de las personas que conoce en el sitio de construcción es Chiba Manami, quien se graduó de una de las mejores universidades y se unió a una conocida empresa de contratación general. Manami es todo lo contrario de Seiji, pero aunque sus personalidades chocan al principio, poco a poco llegan a entenderse.