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Junita, apodada Junior, se sometió a cirugía plástica porque la gente decía que su rostro estaba gordo. Sin saber que era alérgica a los productos químicos, le arruinó la cara al causarle acné en todas partes. Tardaría un año en recuperarse por completo. Después del incidente, nadie quería acercarse a ella y quienquiera que la viera la llamaría cara de fantasma. No podía soportarlo, así que le rogó a su madre que la dejara estudiar en una universidad en el campo para evitar la vida social de Bangkok y que un médico recomendado por el foro del Patito Feo le hiciera un tratamiento facial. Y ahí es donde conoce a Suea, un guapo, coqueto y sin un centavo de último año, que es la primera persona que sinceramente se hace amiga de ella a pesar de su apariencia.