Crooks (1989)

El agente del FBI, Terry Micheals, ha sido asignado al Cathay durante tres años. Maestro ladrón, Richard Cathay sigue prófugo, porque Richard sabe que cuando el crimen es asunto tuyo, no hay lugar para errores, cabos sueltos o conocidos que puedan ser inducidos a hablar con los federales. Dan y Max Sullivan han estado entrando y saliendo de la cárcel desde que sus piernas eran lo suficientemente largas como para alcanzar el acelerador de un automóvil. De hecho, los atraparon en casi todos los delitos que intentaron; lo que necesitan es un buen maestro, un criminal más experimentado que esté dispuesto a mostrarles las cuerdas. Richard Cathay no está dispuesto. Pero Dan y Max son tercos.