One Closed Door (2021)

Cada persona tiene su propia realidad. Pueden sentir que una taza de té tiene propiedades curativas y puede hacer que todo esté bien. Podrían creer que el dinero compra la felicidad. O bien, pueden ser seguidos constantemente por una presencia malévola, que acecha constantemente en la oscuridad y juzga cada uno de sus movimientos. Una presencia que les hace realizar rituales y acciones que no quieren. El problema con la realidad de uno es que nadie más puede verla. Puedes gritarlo desde los tejados, puedes pedir ayuda, pero a menos que alguien más también lo esté viviendo, estás solo.