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A la edad de 63 años,Ruth Brinker, trabajadora jubilada del servicio de alimentos, se convirtió en pionera en la atención del VIH en su comunidad y se convertiría en una leyenda entre los habitantes de San Francisco.La epidemia del SIDA golpeó a San Francisco con más fuerza y creó una ola de miedo e incertidumbre que dejó a muchas víctimas sintiéndose desesperanzadas y solas.bebedor,una mujer cuya profunda compasión se convirtió en una fuente de fortaleza para otros que luchan por hacer frente a los tiempos,comenzó a cocinar comidas en su cocina para entregar a sus vecinos que estaban demasiado enfermos para cuidar de sí mismos.Su objetivo era no solo proporcionar comidas, sino también revitalizar el sentido de comunidad de la ciudad y pasar tiempo con pacientes con VIH/SIDA para terminar con el aislamiento que experimentaban.Proporcionar comidas con amor se convirtió en el sello distintivo de su misión.El trabajo de Brinker y su creciente equipo de voluntarios condujo al Proyecto Mano Abierta,el mayor proveedor de nutrición para la comunidad de VIH/SIDA con organizaciones hermanas en todo el país.El legado de Ruth Brinker continúa hoy cuando Project Open Hand se ha unido una vez más al frente para enfrentar la crisis de la pandemia de COVID19.