Damien Hirst: Morbid Fascination (2022)

Desde el comienzo de su carrera, Hirst ideó una estrategia infalible para captar la atención del público y la crítica. Su arte provocador aborda la muerte y el renacimiento, las vanidades y la belleza, la moral, la medicina y la tecnología. Como artista joven y virtualmente desconocido, Hirst escaló lejos y rápido. Su tiburón, suspendido en un tanque de formaldehído, cautivó y repulsó al público en 1991. Al igual que el artista francés Marcel Duchamp, Hirst empleó objetos confeccionados con un efecto impactante y, en el proceso, cuestionó la naturaleza misma del arte. Ámalo u ódialo, Hirst fue un visionario al anticipar las necesidades del mercado del arte contemporáneo. Se podría argumentar, como han hecho algunos, que esto en sí mismo es una forma de arte.