Tsement (1927)

Gleb Chumalov, ex trabajador de una fábrica, regresa a una planta de cemento destruida durante la Guerra Civil. El partido le confió un gran trabajo: convertirse en el jefe de los trabajos de reconstrucción. Chumalov tiene que lidiar con la inercia de algunos desempleados desmoralizados, trabajadores abandonados, la burocracia de viejos y nuevos funcionarios del aparato soviético, las interrupciones en la obtención del dinero y los materiales necesarios para la construcción, y las viciosas maquinaciones de enemigos disfrazados entre los especialistas técnicos. Gleb Chumalov, que reúne a un equipo amistoso de miembros del partido y trabajadores entusiastas, logra superar todos los obstáculos: la planta de cemento se convierte en una de las empresas operativas de la joven república soviética.