Lo más buscado
No se encontraron resultados
- Escribir un artículo
- Publicar debate
- Crear una lista
- Subir un video
Matilda era hermosa, pero más hermosa aún cuando lloraba. Cuando Matilda lloraba, uno no podía hacer nada más que rendirse. Todavía no habían intercambiado una palabra cuando lo presenció y sintió las fuerzas que desató.