La ruptura (1970)

Charles, el marido de Helene Regnier, que sufre una enfermedad mental, en un ataque de ira hiere a su hijo Michel. Charles regresa a vivir con sus padres ricos y manipuladores, quienes culpan a Helene por la condición de su hijo y prometen ganar la custodia de Michel. Mientras el niño está en el hospital, Helene alquila una habitación en una pensión cercana. Los Regnier contratan a Paul Thomas, un conocido de la familia que necesita dinero, para encontrar información sobre Helene antes de la audiencia judicial sobre la custodia. Paul se muda a la pensión y, con la ayuda de su novia Sonia, que rara vez viste ropa, planea arruinar la reputación de Helene y luego su propia vida.