Guttersnipes (1974)

Cuando muere su madre, el pobre y desconocido pintor Johan Fahlén se hace cargo de Ninni. Está paralizada por debajo de la cintura, pero Fahlén promete que algún día podrá caminar. Mientras intenta mantener a los dos, Fahlén también tiene que lidiar con una batalla por la custodia con Malinda Karlsson, quien piensa que es un ultraje que un pintor que apenas puede cuidar de sí mismo se quede al cuidado de una niña.