Destino violento (1983)

Lambert, un caso quemado, trabaja en el turno de noche en una gasolinera, rara vez habla, vive solo, bebe. Bensoussan, criado en hogares de acogida, ahora un traficante de poca monta para el dueño de un bar llamado Rashid, llega a la estación en busca de una bujía para un ciclomotor robado. Él y Lambert se conectan de alguna manera, y unos días después, van a tomar una copa. El joven es demasiado arrogante, y cuando golpea la lujosa motocicleta de Rashid un par de veces, es prescindible. Lambert decide vengar al joven y busca información de Lola, una punk que conocía a Bensoussan. Con sorprendente perseverancia, atraviesa el caparazón de Lambert; comienza a sentir de nuevo, le cuenta a Lola su historia y encuentra un nuevo entusiasmo por la vida.