Bueno y tierno como un ángel (1989)

Miguel vive cómodamente del dinero que le da su madre y no sabe lo que es trabajar, ya que su objetivo es vivir de su futura herencia. Dedica su vida a ver la televisión, pero su rutina cambia cuando una pareja muy ruidosa se muda a la casa de al lado. Cansado de no poder ver la tele a gusto y sobre todo por la voz de la mujer, Miguel decide tomar el camino más rápido (e ilegal) para deshacerse de ellos.