Corriente mortal (1988)

En un suburbio de Los Ángeles, California, el divorciado Bill recibe a su amado hijo David junto a su nueva esposa Ellen para pasar unos días con él. David vive con su madre en Colorado y se hace amigo de su vecino Stevie. Cuando Bill y Ellen tienen que ir a una fiesta, David prefiere quedarse solo en casa viendo un partido de béisbol en la televisión. De la nada, suceden cosas extrañas en casa con la televisión y otros electrodomésticos. Entonces Stevie le dice que su vecino se volvió loco y destruyó su casa. David husmea en la casa y se encuentra con un anciano, quien le dice que hay un pulso de electricidad mortal e inteligente que corre a través de la red eléctrica. David tiene miedo y les revela la información a Bill y Ellen, pero ellos no creen en él.