Marcelino, pan y vino (1991)

En el siglo XV, en un pobre pueblo italiano, los monjes de un modesto convento recogen a un bebé abandonado. Desafortunadamente, a pesar de todos sus esfuerzos, no pueden rastrear a sus padres. Así que se pusieron a brindar cuidados tiernos y amorosos al niño. Marcellino vive una vida feliz entre los hombres de Dios pero, a medida que crece, extraña cada vez más a su madre. Para compensar su ausencia, tiende a identificarla con la Virgen María. Un día, el señor del lugar, en busca de un niño para criar, decide adoptar a Marcellino y criarlo en su castillo. Lo viste con ricos atavíos y le da una educación estricta. Pero Marcellino se siente miserable allí y finalmente se escapa. De vuelta en su querido convento, retoma alegremente su vida anterior. Todavía extraña a su madre, pero su vida cambia cuando encuentra un crucifijo en el ático. Nace una maravillosa amistad entre Jesús y él.