Amo los uniformes (1993)

Henry Adler vive solo en Ontario, visita regularmente a su padre brusco y crítico y trabaja en un banco; también es actor. Encuentra un nuevo propósito en la vida cuando lo contratan como policía en un programa de televisión realista. Se mete en el papel, toma prestado el uniforme del armario y camina por las calles de la ciudad. Pronto está hablando con los clientes del banco como si fuera un policía; esto le mete en problemas con su jefe, pero a Henry no le importa. Se enamora de una de las actrices, Charlie, y practican juntos. Sin embargo, las peculiaridades de Henry y su intensidad la asustan y rompe todo contacto. Está desolado. Las cosas llegan a un punto crítico cuando uno de los mejores de Los Ángeles confunde a Henry con un policía de verdad.