Perdida y ganada (1925)

El jugador compulsivo Tony Hamilton le apuesta a su amigo Dick 5.000 dólares a que se casará con Charlotte Randolph, a pesar de que ella es una total desconocida y está comprometida con el duque de Val. Tony gana su apuesta. Durante la luna de miel, Tony obtiene el permiso de Charlotte para pasar 10 minutos jugando a la ruleta y, después de haber estado jugando sin parar durante 3 días, ella regresa con su madre y obtiene el divorcio. Pasa un año. Tony se entera de que Charlotte está a punto de casarse con un barón rico; Regresa a Francia pero es demasiado tarde para impedir el matrimonio. Tony simula un accidente automovilístico frente a la mansión de Charlotte y sus sirvientes lo llevan al interior de la casa. Él se esconde en su habitación y le da 5 minutos para decidir si fugarse con él o enfrentar un escándalo público. Ella insiste en que él prefiere el juego al amor, pero él la convence de lo contrario; y se despiden de la mansión baronial, una vez más para enfrentarse al tribunal de divorcios y al altar.