Romola (1924)

En la Florencia del Renacimiento, Tito, un joven inútil que finge ser un erudito, se gana la admiración de un ciego que ha buscado durante mucho tiempo a alguien para terminar su trabajo académico. Tiene una hermosa hija llamada Romola. Tito coquetea con una campesina en las calles y, por diversión, hace un matrimonio simulado con ella, pero ella se lo toma en serio. Romola realmente no lo ama, pero se casa con él porque su padre así lo desea. Cuando los Medici son expulsados, Tito se une al nuevo gobierno y asciende a magistrado jefe. Sus malas acciones le ganan el odio de Romola y de la gente, y es asesinado por su padrastro. Romola termina con el escultor Carlo, quien siempre la ha amado.