The Show-Off (1926)

Aubrey Piper (Ford Sterling), un simple empleado de las oficinas del Ferrocarril de Pensilvania, se hace pasar por un importante ejecutivo ante su novia, Amy Fisher (Lois Wilson), fanfarroneando, intimidando y presumiendo sin cesar. Aunque todos los miembros de su familia lo desprecian, Amy se casa con él; tres meses después ella es plenamente consciente de sus defectos. Para ayudar a su hijo Joe a continuar trabajando en su invento (una pintura que previene la oxidación), Pop Fisher le da el dinero ahorrado para la hipoteca y poco después muere de un derrame cerebral. Aubrey gana un Ford en un sorteo y atropella a un policía de tránsito mientras saca su premio a dar una vuelta, y Joe se ve obligado a pagar su multa con el dinero de la hipoteca. Al darse cuenta de la tragedia que ha causado a la familia de Amy, Aubrey visita a los directores de una empresa siderúrgica y, fanfarroneando, les vende el invento de Joe. Los Fisher finalmente están felices cuando el "fanfarrón" se redime.