Los hombres deben pelear (1933)

Laura es enfermera en el frente en la Primera Guerra Mundial. Conoce y se enamora de un joven volador llamado Geoffrey. En su primera misión, Geoffrey es derribado y llevado al hospital donde trabaja Laura. En cuestión de días sucumbe a sus heridas. Ante el hecho de que está con el hijo de Geoffrey, acepta la propuesta de Ed Seward quien aún quiere casarse con ella. Laura jura que su nuevo hijo nunca volverá a pelear en una guerra. Saltando hacia adelante es 1940 y Robert, que es el hijo de Geoffrey, se encuentra con Peggy Chase en un barco que cruza el Atlántico. Ed Seward, quien ahora es el Secretario de Estado, ha anunciado la guerra al redactar un tratado de paz con un país beligerante llamado Eurasia. Sin embargo, antes de que se pueda firmar el tratado, Eurasia hace asesinar al enviado y ambas partes escalan. En casa, Laura hace campaña por la paz, Ed apoya al país y luchará y Robert declara que no luchará. Al hacerlo, Robert pierde a Peggy y ve cómo su familia se desmorona.