Sed de escándalo (1931)

Hinchcliffe, el despiadado editor de un sórdido tabloide de Nueva York, está preocupado porque las políticas éticas periodísticas del editor de la ciudad, Randall, han provocado una caída en la circulación. Presiona al periodista para que publique más historias sensacionales, incluida la resurrección del caso de asesinato de Vorhees, de veinte años. Aunque las acciones del perpetrador finalmente se juzgaron justificables, y posteriormente ella ha estado viviendo una vida ejemplar en el anonimato, Hunchcliffe insiste en que Randall revise la historia. Randall asigna a Isopod, un alcohólico degenerado, a desenterrar cualquier cosa espeluznante que encuentre. El reportero sin principios se insinúa fraudulentamente en la casa de los Vorhees haciéndose pasar por un ministro y obtiene la exposición que buscaba. El periodismo amarillo triunfa y el nombre de una mujer decente vuelve a ser arrastrado por el barro ... con trágicas consecuencias.