Reckless Living (1931)

Doggie (Norman Foster) y su novia Bee (Mae Clark) son los dueños de un pequeño bar clandestino en la ciudad de Nueva York y están tratando de ahorrar suficiente dinero de su operación de ginebra de bañera para comprar una estación de servicio en Nueva Jersey e ir directamente. Pero Doggie juega compulsivamente a los caballos y está igualmente hipnotizado por los dados y pronto se juega su dinero. Pero lo saca un gran gángster, Curly (Ricardo Cotez), que los instala en un lujoso apartamento como fachada para sus propias actividades de elaboración de libros y contrabando.