Dos mujeres en una (1935)

El destacado psiquiatra Dr. Aaron Sylvester tiene a la estrella de Hollywood Carol Corliss como paciente. La bella rubia ha desarrollado tanta fobia hacia las grandes multitudes de sus admiradores que anda disfrazada como una morena hogareña, con cuernos de cuerno, hogareña o usa un velo sobre su rostro para enmascarar su identidad. El médico prescribe unas vacaciones en una cabaña en el lago de montaña como parte de su cura y le pide al joven amante de la naturaleza Emory Muir que la acompañe y actúe como terapeuta. Muir no está impresionado por la celebridad, especialmente la suya, y parece más interesado en la pesca deportiva y la fotografía. Incluso cuando Carol se metamorfosea de su personaje de patito feo a la princesa de Hollywood, él no se impresiona. Para complicar las cosas, el coprotagonista de cine frecuente de Carol, el actor de jamón Jay Holmes, ha llegado a la escena para profesarle su amor.