The Devil Is Driving (1937)

Paul Driscoll (Richard Dix) ha sido contratado por el rico Charles Stevens (Henry Kolker) para defender a su hijo comadreja Tony (Eliasha Cook Jr.) de un accidente por conducir ebrio que mató a una mujer y dejó lisiado a su hijo.El hábil Driscoll obtiene un veredicto de no culpabilidad del jurado basado en el testimonio de perjurio de un testigo de la defensa, pero Driscoll no estaba al tanto.Luego se convierte en un fiscal sin restricciones.Especialmente después de que su novia reportera, Eve Hammond (Joan Perry), le proporcione estadísticas del Consejo Nacional de Seguridad que muestran que entre 1928 y 1937 inclusive, 297 230 personas murieron en accidentes automovilísticos, y solo en California, durante el mismo período, 23 105 personas murieron como el resultado de accidentes automovilísticos.También se entera de que la cantidad de personas lesionadas en accidentes automovilísticos en los Estados Unidos superan anualmente el millón.En otras palabras, una de cada cien personas en el país está condenada a ser lesionada por un automóvil.Eso es demasiado según Driscoll.