El fantasma del baúl (1942)

El descubrimiento de un esqueleto en un pantano permite al fiscal de distrito condenar al delincuente de poca monta Ed Mygatt (Douglas Fowley) por el asesinato de Jim Cheevers (Raymond Walburn) hace diez años. Dick Burke (George Holmes), el abogado de Mygatt, intenta descubrir nuevas pruebas en un esfuerzo por demostrar la inocencia de Mygatt. En una subasta, la bailarina Peggy LaRue (Lynne Roberts) supera su oferta por el baúl de Cheever. Dick la sigue a su casa y, cuando se abre el baúl, descubre un esqueleto y un sombrero con las iniciales del hombre asesinado. Pero la policía ignora la evidencia. alegando que es un truco publicitario para Peggy, pero de repente, del baúl emerge el fantasma de Cheever, un anciano alegre que no puede ser visto ni oído, pero usa su ingenio para comunicarse con el mundo exterior, lo que cambia todo.