El hombre que vendió su alma (1941)

Un hombre casado contrata a una atractiva niñera para su bebé. Ella es extremadamente coqueta y él se siente atraído sexualmente por ella. También se le ve acercándose a la puerta de su dormitorio a altas horas de la noche. Descuidando a su familia, pasan mucho tiempo solos y ella usa hermosos vestidos. Cuando él construye una mansión, ella se muda como la dueña de la casa. En todos los sentidos, ella parece ser su amante.

La esposa embarazada de Jabez, Mary, no puede mostrarse embarazada debido a la censura cinematográfica a través del Código Hayes. Su prohibición decía: "escenas de parto real, de hecho o en silueta".

Un niño que se porta mal es azotado por su padrino.

La palabrota favorita de Jabez es consarn it.

Se ve fumar cigarros. Se muestra el consumo social de alcohol.

Un hombre se convierte inquietantemente en una polilla como el costo de vender su alma al diablo.

El clímax de la película presenta un juicio en el que el personaje principal es juzgado por un jurado fantasmal de condenados, que incluye varias figuras salvajes y traicioneras de la historia estadounidense temprana.