Fiesta brava (1947)

La decepción del famoso matador Antonio Morales se convierte en alegría cuando el embarazo de su esposa da a luz gemelos y el segundo hijo es el esperado varón. Morales nombra a sus gemelos María y Mario, y se prepara para entrenar a Mario para la plaza de toros tan pronto como tenga la edad suficiente. Pero Mario está más interesado en la música, y es María quien está fascinada con el anillo. Finalmente, Mario se hartó de las demandas de su padre y se fue de la ciudad para tener la oportunidad de estudiar con un compositor famoso. Antonio se desespera porque el abandono de la plaza de toros por parte de Mario está trayendo desgracia al apellido, pero María tiene un plan.