Mr. Lord Says No (1952)

Después de que el gobierno decide construir un sitio de exhibición del Festival de Gran Bretaña, todo sale según lo planeado, todo excepto el hecho de que la carretera principal y el metro para peatones hacia el sitio están bloqueados por una pequeña tienda de la esquina, que es propiedad y está dirigida por un Sr. Señor y su familia. Los Lores se niegan a ser sobornados y rechazan la compensación ofrecida por las autoridades. La policía y los alguaciles intentan desalojarlos, solo para ser atacados por la familia, que se ha atrincherado dentro de la tienda.