Los secuestradores (1953)

Un escocés, Jim MacKenzie, que vive en una granja primitiva en Nueva Escocia, está criando a sus dos nietos, Harry y Davy, tras la muerte de su padre en la Guerra de los Bóers. La muerte de su hijo ha desarrollado el antagonismo de MacKenzie hacia todos los holandeses, lo que lleva a Harry a pelear en la escuela con el hijo de un holandés. Harry cae por un acantilado y el médico de la comunidad, Willem Bloem, un holandés enamorado de la hija de MacKenzie, Kirsty, lo ayuda a casa. Debido a los sentimientos del anciano, deben llevar a cabo un romance clandestino. Su abuelo les prohibió tener un perro, Harry y Davy "secuestran" a un bebé desatendido y lo cuidan en una choza adosada. Cuando lo encuentran, el bebé resulta ser el hijo del enemigo holandés más acérrimo de MacKenzie.