Divino o profano (1959)

El padre Conroy (Crosby) tiene una parroquia que sirve a la comunidad de actuación y actuación. Cuando uno de sus feligreses se enferma demasiado para trabajar, su hija Holly (Reynolds) encuentra trabajo en un club de baile de carácter cuestionable, dirigido por Tony Vincent (Wagner). Vincent nunca se destacó y el padre Conroy intenta cuidar a Holly. Hay muchos números musicales, y la conclusión es un programa benéfico televisado presentado por el padre Conroy, y Tony debe elegir entre Holly y la fama nacional.