Los intimidadores (1958)

Alan Eaton es un veterano de la Guerra de Corea y ex prisionero de guerra que regresa a los EE. UU. después de su liberación del cautiverio.De vuelta en Washington, DC, intenta reajustarse a la vida civil volviendo al trabajo.Es copropietario de una firma de investigación de opinión y relaciones públicas junto con su socio comercial Clark Baker.Sin embargo, se sorprende al saber que Clark Baker murió en un accidente de atropello y fuga el año anterior.Además, Clark Baker, que tenía poder notarial durante la ausencia de Alan, había vendido la empresa a uno de los empleados, Jim McGinnis.Alan le explica a Jim McGinnis que Clark Baker solo tenía un poder legal para administrar el negocio, no para venderlo sin el consentimiento de Alan.McGinnis insinúa que Alan fue debidamente informado con anticipación a través de cartas que se le enviaron mientras era prisionero de guerra en Corea.Fingiendo compasión, McGinnis le ofrece un trabajo a Alan porque sus clientes respetan y confían en el nombre de Eaton.Alan Eaton pide tiempo para considerar la oferta.Luego visita a su viejo amigo, el senador Walder, quien expresa sus sospechas sobre la manipulación ilegal de las encuestas por parte del nuevo propietario de la empresa, Jim McGinnis.El Senador alienta a Alan Eaton a aceptar el trabajo en la firma de McGinnis e investigar cualquier irregularidad.En el curso de su investigación, Alan, con la ayuda de la joven y comprensiva secretaria Lorraine Dennis, descubre todo el asunto ilegal.Descubre que Jim McGinnis falsifica las estadísticas y los datos de las encuestas para hacer o deshacer a varios candidatos a cargos públicos.En sus esfuerzos, McGinnis, que gana mucho dinero con esto, cuenta con la ayuda de una red de subversivos.Sin embargo, Alan y Lorraine saben que descubrir hechos es una cosa y probarlos es otra.Deben reunir pruebas y acudir a las autoridades, aunque esto signifique arriesgar sus vidas.