Los últimos días de Pompeya (1959)

El monte Vesubio se asoma siniestramente sobre la ciudad condenada de Pompeya, una ciudad en crisis. Sus ciudadanos están siendo aterrorizados por un grupo de ladrones encapuchados en el alboroto, asesinando a familias enteras y saqueando sus hogares. Curiosamente, también están dejando una tarjeta de visita. La señal de la cruz cristiana se deja como un recordatorio de quién ha llevado a cabo estos terribles actos. En su camino hacia la ciudad, el centurión Glaucus Lito, espera ver a su padre después de completar su servicio militar. Cuando llega a la casa de su padre, la encuentra en ruinas y le dicen que su padre ha sido asesinado por los mismos asaltantes enmascarados que amenazan la ciudad. Glaucus comienza a hacer consultas, con la ayuda de sus amigos, pero comienza a dudar de que la comunidad cristiana pacífica sea responsable de estos asesinatos. Pronto descubre que la situación es mucho más complicada de lo que originalmente pensó. Después de investigaciones más extensas, descubre una conspiración dentro de las facciones políticas y religiosas en Pompeya, y se da cuenta de que estos asesinatos son solo una artimaña para cubrir lo que realmente está sucediendo justo antes de que el volcán "dormido" despierte.