Pilotos infernales (1960)

El corredor profesional de autos stock Mitch Cooper destroza su auto y se lastima el tobillo en un brutal choque. Mitch se toma un tiempo libre de las carreras para enseñarle al engreído e impaciente niño castor Les York cómo conducir bien en la pista. Mitch también se enamora de la encantadora y sensata esposa de York, René. Esto lleva a York a deshacerse de Mitch como su mánager para que pueda competir por un malvado millonario idiota que solo se preocupa por ganar.