Amores de un verano (1960)

Philippe, un artista poco conocido, tiene una amante, Viviane, una mujer a la que no ama. Cuando se entera de que los alguaciles están a punto de confiscar sus cuadros, Philippe decide marcharse solo a la Costa Azul y pasar, como suele hacer, unas vacaciones cómodas y sin preocupaciones en la lujosa villa de su amigo Paule. Pero, en su camino, conoce a Manette, una hermosa pero pobre muchacha a la que le ofrece ser su compañera de verano. Manette acepta el extraño trato a cambio de alojamiento y comida. Como Philippe siempre viene en compañía de su amante de la época, la presencia de Manette no supone ningún problema, pero la joven pronto se siente incómoda en un ambiente tan dudoso. Se da cuenta de que se está enamorando de Philippe, que puede que no sea tan cínico como quiere parecer.