39 escalones (1959)

Richard Hannay es testigo de un atropello que involucra a una mujer que empuja un cochecito. Mirando en el cochecito ve una pistola en lugar de un bebé. Él rastrea a la mujer y ella revela que es una agente secreta que intenta evitar que los espías extranjeros abandonen el país con importantes secretos militares. Más tarde esa noche es asesinada en el piso de Hannay. Hannay se encarga de frustrar a los agentes enemigos. Esto implica viajar a Escocia y mantenerse un paso por delante de la policía que lo busca en relación con el asesinato de la mujer.