Teresa y Isabel (1968)

Una mujer mayor visita el internado de su juventud tras 20 años de ausencia. Mientras pasea por los terrenos y las aulas desiertas, recuerda sus experiencias muy emotivas allí, y recuerdos retrospectivos bien ejecutados le ocurren a su juventud. A los 17 años es abandonada por su amada madre debido a que se volvió a casar y la deja en un internado europeo, desencantada y sola. Inmediatamente conoce a Isabell, una chica mayor, confiada y rebelde. Los dos desarrollan una amistad rápidamente sin mucha conversación o vínculo, pero tienen la química siempre temporal necesaria para que su amistad progrese hacia una relación sexual. Las escenas de sexo son lentas y sensuales, como debe ser para dos jóvenes que experimentan el lesbianismo por primera vez. A pesar de sus eternas confesiones de amor mutuo, Theresa se despierta una mañana y descubre que Isabell se fue de la escuela, su habitación y su escritorio fueron reemplazados por otro estudiante. Nunca volvió a ver a Isabell.