Una historia de tres extraños (1968)

Cuando Timmy Cleary (Sheen) llega a casa después de ser soldado, es recibido por los brazos abiertos pero tensos de sus dos padres, John y Nettie (Neal y Albertson). Una vez considerado enfermo y débil, ahora se ha distinguido en el servicio y está listo para comenzar una nueva vida. Sin embargo, sus padres todavía están atrapados en los días pasados ​​de conflictos matrimoniales tempranos y no resueltos y comienzan a deteriorarse emocionalmente a través de varios encuentros llenos de drama. Ahora maduro, el joven Tim Cleary finalmente comprende la dinámica familiar que ha jugado a lo largo de su niñez. Por el simple hecho de llevarle rosas a su madre en nombre de su padre, Tim se da cuenta de que puede haber destruido a su familia, pero no puede obtener una resolución que debe provenir de ambos padres.