La muerte ha puesto un huevo (1968)

Se desarrolla un triángulo amoroso entre tres personas que gestionan una granja avícola de alta tecnología. En él participan Anna (propietaria de la granja), su marido Marco (que mata prostitutas en su tiempo libre) y Gabriella (la bellísima secretaria). Marco sigue matando a medida que los celos se hacen más frecuentes en la granja.