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Christina es una mujer feliz en todos los aspectos: vivaz, atractiva y deseable.Su esposo Thomas, un hombre exitoso y bastante sensato hecho a sí mismo, es muy devoto de ella.Y eso sería todo, excepto por el hecho de que, desde hace algún tiempo, Christina ha estado obsesionada por un persistente y totalmente infundado sentimiento de celos.Casi como si no pudiera confiar en su propio destino, está obsesionada con la idea de que Thomas podría estar engañándola.Christina visita a psicólogos, psiquiatras y analistas, pero ninguno de ellos es de ayuda.Finalmente, a instancias de su amiga Rosemarie, que está muy interesada en todo lo esotérico, consulta a un clarividente, Gregor Leander.Gregor, que ciertamente no encaja con ninguno de los clichés normalmente asociados con las personas que intentan ganar dinero con el ocultismo, inmediatamente se gana la confianza de Christina.Pero su interpretación de su problema la desconcierta.Gregor dice que, como resultado de sus propios celos patológicos, Christina está proyectando sus propios deseos adúlteros secretos sobre su inocente esposo.Después de su alivio inicial, Christina pronto se ve acosada por temores renovados.Si ella realmente quisiera cometer adulterio en el fondo de su corazón, razona, entonces la catástrofe podría ocurrir inesperadamente cualquier día y arruinar así su matrimonio.Ella decide tomar la iniciativa ella misma.Si realmente va a engañar a su esposo, entonces quiere que se haga rápido y sin dolor, ¡para librarse de la ilusión y de todo el asunto de una vez por todas!Junto con su amiga Rosemarie, Christina ahora comienza a buscar un candidato adecuado.El hombre tiene que ser sencillo, su adulterio no debe tener ninguna repercusión, y todo el asunto debe darle el menor placer posible.Ralph, su profesor de tenis, parece ser el "objeto de deseo" adecuado.Christina, que lo ve como nada más que un hombre bastante primitivo para una mujer, queda completamente asombrada en su cita con él cuando resulta ser un admirador joven y sensible.Él le confiesa con el alma que siempre ha estado secretamente enamorado de ella, y que ahora su anhelo se está cumpliendo.Sin embargo, no es solo el corazón de Ralph el que está en llamas en este momento: su chaqueta también se incendia, lo que le da a Christina la oportunidad de apagar las esperanzas de su ávido pretendiente, tanto en sentido figurado como literal.Después de este fracaso, la elección de Christina recae en el profesor Oswald.Ella espera que el adulterio con él finalmente la libere.Sin embargo, el director del museo, taciturno y bastante torpe, solo tiene una pasión en la vida: los dinosaurios.El hallazgo paleontológico de unos huesos -tomados en realidad del estofado del día anterior- abre no solo las puertas del museo con sus esqueletos gigantes, sino también el corazón del profesor Oswald.Pero una vez más, las esperanzas de Christina se ven frustradas por los acontecimientos.Inesperadamente, el "hallazgo" de Christina encaja con precisión en un esqueleto de dinosaurio en el que el profesor Oswald ha estado trabajando durante años.Por lo tanto, se vuelve ajeno al mundo que lo rodea y, sobre todo, a Christina.Pero Cristina no se rinde."Tercera vez con suerte", se dice a sí misma, cuando la oportunidad ideal se presenta inesperadamente.Su esposo, Thomas, le pide a Christina que cuide bien de Giovanni Cavalli, un posible socio comercial.Christina interpreta esta petición a su manera y decide disfrutar realmente del acto de adulterio.Pero sus planes fracasan una vez más.Thomas consigue que el italiano se una a su empresa, cierto, pero no porque este último haya pasado una o dos horas agradablemente amorosas con Christina.Giovanni encuentra las atenciones del joven aspirante a actor Frank Amadeus mucho más placenteras, como Christina descubre para su disgusto.A estas alturas, Christina ya ha tenido suficiente de sus fatídicos intentos de adulterio.Sin embargo, cuando se pierde en la niebla después de una fiesta en la casa de Rosemarie, de repente se encuentra frente a la casa de Gregor Leander.